¿Qué se puede decir de Jimi Hendrix
que no se haya dicho ya? A los 70 años de su nacimiento, cuando se analiza a
este artista tan relevante, solo queda pensarlo como un ídolo, que junto a Jim
Morrison, Janis Joplin, John Lennon, Kurt Kobain y otros pocos, completan la santa cena en
la cultura rock. Hendrix está, junto con su banda The Jimi Hendrix Experience
(Mitch Mitchell & Noel Redding), entre mis favoritos, pero la mera verdad, no
me vuelve loco el blues y me fatiga el oído escucharlos por mucho tiempo.
Pero Hendrix
fue un completo virtuoso de la guitarra y revolucionó el uso de la guitarra
eléctrica. Quienquiera puede argumentar que existieron guitarristas más
melódicos, más rápidos, más poderosos, y más dotados técnicamente, por
supuesto, no hay discusión, pero no hubo otro guitarrista más revolucionario. Antes
de Are You Experienced? La guitarra era un instrumento limitado dentro
del contexto de las canciones. Un riff de entrada, rasguear acordes, el típico
solo y un cierre armónico con el resto de instrumentos. Hendrix fue el profeta
que introdujo la guitarra eléctrica en todos los espacios de las canciones con
sonidos nunca antes escuchados. Nunca antes la frontera entre el overdrive y la distorsión fue tan borrosa.
Así como The Jimi Hendrix
Experience supo plantar un antes y después en los esquemas del rock, no logró traducir
esta revolución en grandes composiciones. El sonido es espectacular pero las
composiciones, las canciones en sí mismas, no destacan tanto. La mayoría de riffs
o solos no son tan magníficos e incluso muchos son caóticos, irrepetibles, antitecnicos y fuera del espacio. Me quedo con
el Hendrix creador de identidades, de sonidos y lenguajes nuevos, al creador de
atmósferas en escena y al pirómano de guitarras. Hendrix cambió la dinámica de
la guitarra eléctrica en un periodo de tiempo practicamente nulo, tres escasos años, de 1967 a 1970. Si alguna vez
escuchaste a Hendrix y repetiste un pedazo de la canción para analizarlo y
te preguntaste ¿Cómo hizo ese sonido? Amigo, eres definitivamente un Homo Sapiens!