Imagina que el jefe de la mafia toca a tu puerta y al abrirle le dices: ¿En que puedo servirle? El te responde: Vengo a ofrecerte un trato que no puedes rechazar y es el siguiente: Hay un problema de inseguridad en el barrio y vengo a ofrecerte mi protección. Por una cómoda cuota mensual te ofrezco protegerte de la inseguridad a ti y tu familia.
¿De que inseguridad estas hablando? -preguntas-; aquí no hay inseguridad todos vivimos tranquilos y sin problemas.
Claro que hay inseguridad -te responde el jefe de la mafia- pero tu no te has dado cuenta. Lee este documento y te convencerás. Tu procedes a leer dicho documento y efectivamente allí se indica ampliamente el problema, te da reglas para evitarlo y finamente te plantea, nuevamente, la solución que es, obviamente, el pago de la cuota mensual.
Pero al finalizar tu lectura te entra la siguiente duda: ¿Quién escribió este documento? porque no se apega a la realidad.
El jefe de la mafia te responde: Ah yo lo escribí, algún problema? Tu le vuelves a preguntar: ¿Y qué pasa si no te pago? Ah bien, si no me pagas algo malo te va a pasar a ti o a tu familia -contesta el mafioso-.
Para resolver la disonancia cognitiva tu tomas la decisión de aceptar que hay inseguridad en tu barrio aunque la realidad te diga otra cosa. Y para llevar la fiesta en paz empiezas a pagar tu cuota mensual. Con el paso del tiempo conoces a otras personas en tu misma situación, se reúnen periódicamente para hablar del asunto y te das cuenta que tomaste una buena decisión porque, al fin y al cabo, si no pagas tienes un castigo y si obedeces tienes una recompensa.
Este breve relato no te recuerda algo? tocan a tu puerta, te crean un problema que no tienes, está en un documento que ellos escribieron, te ofrecen la solución, pero si no aceptas hay un castigo esperando por ti..¿Alguna analogía?