lunes, 6 de febrero de 2017

Solo correlación estadística?

En un artículo de “Psicología y Mente” se encuentra un estudio que vincula la preferencia por artistas y estilos musicales con la tendencia a poseer determinado desempeño académico a nivel preuniversitario.

Lo interesante de este estudio es que el autor, Virgil Griffith, es creador de software y desarrollador de aplicaciones. Los resultados de este análisis pormenorizado fueron encontrados tras cruzar la calificación media en las pruebas de acceso a la universidad de estudiantes, con la música que publicaron y compartieron en la red social Facebook.

Las conclusiones del estudio fueron recogidas en el dossier “Music That Makes You Dumb” (Música que te vuelve tonto). Tras cruzar los datos observó, para empezar, que aquellos con notas más altas escuchaban música clásica, concretamente, a Beethoven.

A continuación, estableció que los siguientes estudiantes con notas más altas escuchaban a Bob Dylan, Norah Jones, Led Zeppelin, Radiohead, Counting Crows, The Shins o U2.

El siguiente escalón correspondía con los fans de The Eagles, AC/DC, Oasis, Bon Jovi, Maroon 5, Jimi Hendrix, The Doors, Pearl Jam y otros tantos.

Sin embargo, los resultados más espectaculares se encuentran cuando se conoce la música que llama la atención a los estudiantes con notas más bajas. Y es que, los alumnos con peor expediente académico escuchaban a cantantes como Beyonce, Lil Wayne, The Used o Jay Z y los géneros de Soca y Reggaetón.

Este estudio ha causado polémica, sobre todo en Latinoamérica, ya que vocalistas, compositores y personas en general -que gustan del reggaetón- se han sentido “ofendidos” por la supuesta correlación entre gusto musical y desempeño académico que ellos en su ignorancia han identificado como “inteligencia”.

Ciertamente el método es con enfoque social, cuestionable desde el punto de vista científico, impreciso en la definición de variables y no establece si el bajo rendimiento nos hace escuchar cierta música o es al revés, Vale la pena hacernos eco de los resultados hallados y que sea la primera piedra hacia nuevas investigaciones que evalúen la relación entre dos variables: inteligencia y preferencias musicales.