jueves, 3 de septiembre de 2020

Losing my religion...

    A manera de inspiración al escuchar esta magnifica rola de R.E.M. (1991) y lejos de concluir como lo dice la letra que es solo un sueño, me lleva a la reflexión sobre porque se pierde el interés en la religión. En Guatemala 17% de la población actual se declara como no religiosa cuando hace 30 años el porcentaje era del 4%. Pensando sobre las causas de este fenómeno social se me ocurre que podría ser porque la religión ya no te sirve para contestar tus preguntas o porque te diste cuenta del conflicto entre los dogmas con la realidad.

    En esta época (2021) cuando el cambio cotidiano es una constante en progresión geométrica y hay mas respuestas sobre el mundo observable desde otras disciplinas, me gustaría decirte que si la religión que practicas, cualquiera que esta sea, definitivamente no te está ayudando si:


Te enseña que hay personas por allí que no valen lo mismo que tú. Por ejemplo, que los gays, las prostitutas o quienes no van a tu iglesia son inferiores que tú.

Te separa de tu familia y de tus seres queridos porque ellos no creen en lo que tu crees. 

Te enseña a vivir para otra vida y no para esta

Te pide el dinero y el tiempo que te hace falta para vivir.

Te pide no hacer nada, solo esperar la voluntad divina, pudiendo hacer algo, como llevar a tu hijo al médico y resolver su problema de salud.

Si constantemente te enseña a desconfiar de la realidad, a pesar de lo que tus sentidos perciben y lo que la razón te indica.

Te hace sentir que eres malo, pecador, inferior, perdido o que no vales nada sin la religión.

Te dice que no tienes que pensar o analizar las cosas sino aceptarlas como vienen.

Te explicas el mundo como una constante batalla entre el bien y el mal.

Te enseña que el valor más alto es la obediencia sin cuestionar.

Las respuestas que te da gurú, sacerdote, pastor o líder religioso consisten en decirte que hoy no lo entenderás pero mañana sí, que hay un plan que no puedes entender o cambiar o que la divinidad actúa de manera misteriosa y que no es bueno preguntar por sus motivaciones.

Te das cuenta que estás haciendo muchas cosas, no porque quieras hacerlas, sino debido a que alguien más te lo ordena.

Sientes culpa si no vas a una reunión religiosa siendo esta voluntaria supuestamente.

Crees que eres una buena persona por la religión que profesas y no porque eres una buena persona por ti misma y por la moral que te enseñaron tus padres o familiares.

Estas convencido que hechos que son totalmente absurdos realmente sucedieron, por ejemplo, que una culebra y una burra hablaron, que un recién nacido lleva adentro de si una fuerza maligna y que se le quita echando agua en la cabeza, que un profeta subió al cielo montado en un caballo o que un dios amoroso y benevolente tiene preparado un infierno eterno para ti si tienes ciertas dudas, por ejemplo, como una todopoderosa divinidad no pudo evitar un asesinato, cuando solo 4 personas habitaban la tierra.

Rechazas evidencia científica sobre cómo funciona el mundo pero aceptas sin problemas el hecho que un ser vivo se formó a partir del lodo o que el sol se detuvo, para que diera tiempo para terminar una matanza, sin efectos gravitacionales en los planetas.

Ojo que si alguna de las aseveraciones anteriores te molestó, lo siento, has suspendido tu juicio crítico a favor de la religión que profesas. Cuidate.