El origen de esta historia fácilmente se puede perder en la noche de los tiempos. Sin embargo, hay consenso en investigaciones de diferentes culturas que, el origen de velar a los muertos y no dejarlo solo antes del entierro, es para evitar que los espíritus malignos tomen posesión del cuerpo.
Claro que hoy en dia, hay miles de justificaciones de porque se debe velar a los muertos y muchas de ellas proceden de las funerarias por razones más que obvias. Pero ¿Es realmente mandatorio velar a los muertos? la respuesta es que no.
Todos los países tienen legislación sobre los procesos de velación y entierro de cadáveres y en lo que coinciden es esperar 24 horas para proceder al entierro o incineración. Esto originalmente se deba a una razón: estar completamente seguros que la persona estaba muerta y no enterrarla viva. En algunas culturas no toman en cuenta las horas, sino cuando el cadáver empieza a emanar olores fétidos, señal inequívoca que la muerte es segura. De allí la costumbre de poner flores para evitar los malos olores.
Actualmente cuando alguien fallece automáticamente las personas piensan en hacer los arreglos funerarios en un local específico para ello. Muchas veces lejano al entorno donde vivió el difunto.
Ya va desapareciendo la buena costumbre de las velas en casas, donde el acompañamiento a los deudos es mas intimo, de personas realmente cercanas, sin tanto protocolo ni rituales y generalmente en la organización de la vela participan los familiares cercanos y vecinos. Es un velorio en casa nos evitamos tener sobre el hombro al vendedor de la funeraria tratando que gastemos más.
Y es que todo esto lo hacemos por nosotros, porque estamos tristes y no por el fallecido. Algunas veces lo hacemos por el que dirán si no hay un velorio pomposo. El difunto ya no se dará cuenta de nada. Ya no está allí. No verá quien llega o quien faltó ni cómo huelen las flores. No escucharan los llantos desgarradores de personas con culpa. Tampoco contarán el dinero que se deposita en el guacalito que ponen encima del féretro. No escucharan "mas alla del sol...".
Pero la vela en funerarias tiene sus ventajas, es un buen momento para ver a amigos y familiar que nunca visitaron al difunto y que ahora llegan cabizbajos, hablando quedito, con cara de circunstancia y mirando para todos lados porque no conocen a nadie.
La vela en funerarias es también una muy buena oportunidad para demostrarle a familiares y amigos que queríamos mucho a nuestro difunto. Mientras mas grande la capilla, mas velas encendidas en candelabros de plata haya y más atiborrada de flores este, pues realmente, !Como lo querían! Y si llega un ministro de culto o sacerdote a realizar rituales está garantizado el pasaje al cielo. Que tranquilidad.
Ya esta entregando cuentas al creador, Dios lo tenga en su gloria, es el camino que llevamos todos, no hay palabras, pero si yo ayer lo vi, se miraba tan bien lleno de vida, no sabemos cuando nos va a tocar, no esta muerto está vivo en algún lugar...clichés que se dicen en los velorios antes de irse a uno de los cuartos menos concurridos a contar chistes o a jugar al naipe. Luego el entierro, pero eso es otra historia.