viernes, 7 de enero de 2011

El Dia que Murio la Musica


Se estrelló en silencio. la Beechcraft Bonanza B35 no hizo ni un solo ruido. Porque aquella avioneta siniestrada apagaba la voz de tres jóvenes estrellas del rock. Buddy Holly, Ritchie Valens y JP 'The Big Bopper' Richardson. El próximo 3 de febrero se cumplirán 52 años del fatal accidente, conocido popularmente como 'el día que murió la música'. Así lo denominó Don McLean en su célebre canción 'American Pie', cuya letra se inspira en el suceso.

Buddy Holly había roto con su banda, The Crickets, y su necesidad de dinero era apremiante. Junto a otras jóvenes figuras organizó una ajetreada serie de conciertos que había de llevarle por 24 ciudades del medio oeste americano en sólo tres semanas. El tour se prometía extenuante, pero aún había cabida para intercalar una repentina actuación en el Surf Ballroom de Clear Lake, Iowa, la noche del 2 de febrero.

La planificación de la gira había sido desastrosa, improvisando el calendario de fechas y ciudades y que obligaba a recorrer un sinfín de kilómetros. Para colmo, se había averiado la calefacción del autobús en que solían desplazarse los músicos. En pleno invierno! Frustrado por las adversidades de logística y por la falta de calzoncillos limpios (la lavandería de Clear Lake estaba cerrada), Holly resolvió contratar una avioneta para volar esa misma madrugada al siguiente destino: Moorhead, Minnesota. Aquella decisión seria fatídica.

Holly contrato a un piloto joven y supuestamente inexperto llamado Roger Peterson. Su avioneta tenía cabida para tres pasajeros, que debían pagar una tarifa de 36 dólares. En un principio, Holly iba a ser acompañado por los dos miembros de su banda, Tommy Allsup y Waylon Jennings. Sin embargo, Ritchie Valens nunca había volado en avioneta y le pidió a Allsup que le cediera su sitio. Valens, un chicano de 17 años, famoso por su versión de 'La Bamba', ganó su asiento en una suerte de cara o cruz.

'The Big Bopper', de 28 años, con síntomas de gripe y solicitó ocupar el asiento de Jennings. Cuando Holly se enteró de que este último se quedaba en tierra, le dijo que: “Ojala tu autobús se congele”. "Y ojala tu avión se estrelle", fue la réplica de Jennings, una broma que desde entonces ha llenado muchos sueños con fantasmas.

Finalizado el concierto, la avioneta despegó de Clear Lake cerca de la una de la madrugada. Dos horas y media más tarde se informó de la desaparición de la aeronave. A primera hora, de la mañana siguiente, se encontraron en un campo de maíz los restos del avión. Los tres músicos murieron instantáneamente y salieron despedidos por el aire, mientras que en la cabina se halló el cadáver del piloto.

Era el abrupto final de una era, de la primera oleada de musicos con guitarras electricas, amplificadores y espíritu rock de los 50s. Y por ello, la historia del 'día que murió la música' continúa siendo objeto de culto. Quizá sea morbo, o quizá el trauma por cuatro muertes a edades tan tempranas. Buddy Holly contaba apenas 22 años, aunque había grabado suficiente material para influir en generaciones futuras, lideradas por los Beatles o los Rolling Stones. Tanto él como Valens y 'Bopper' se convirtieron en leyendas a raíz de su dramático fallecimiento. Fueron los protagonistas de un estallido que sólo arrojó silencio.

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